Sobre el uso del término “oscurantista” en filosofía, por Alejandro Vázquez del Mercado
¿A qué se le llama filosofía oscurantista?
En el medio filosófico “oscurantista” se refiere, aproximadamente, a un estilo de hacer filosofía que o bien por los vicios de quien escribe o bien de manera intencional no es comprendida fácilmente. El significado de las proposiciones que considera es incierto o incluso es dudoso que posean significado. También es difícil comprender la relevancia de los problemas a tratar o incluso cuáles son los problemas que se están tratando.
Sostengo (por el momento, sin pruebas) que se suele llamar “oscurantista” (de manera apresurada) a toda filosofía contemporánea que NO cumple con alguno de los siguientes requisitos:
*CLAR*: Cada expresión es mínimamente clara (CLAR) es decir: o bien dicha expresión pertenece al lenguaje ordinario (“nuestro”) o bien es posible definirla a partir de expresiones CLAR. El resultado final debe consistir en una construcción con una cantidad relativamente pequeña de pasos (digamos, menos de 100).
*MOT* Cada problema está mínimamente motivado (MOT), es decir: su relevancia o importancia o bien es inmediatamente comprensible desde el sentido común (“nuestro”) o bien es posible ofrecer razones dialécticamente aceptables (para la sociedad en cuestión) a partir de problemas MOT. De nuevo, el resultado final debe consistir en una construcción con una cantidad relativamente pequeña de pasos (digamos, menos de 100).
El mero hecho de no cumplir con estos requisitos no garantiza que una filosofía sea oscurantista
Hablemos de dos casos para ejemplificar. En el primero, se trata de individuos que pertenecen a un grupo subalterno cuyo lenguaje natural es una lengua hegemónica L (e.g. el español mexicano hegemónico del 2021) y donde L no tiene los recursos conceptuales necesarios que le permitan a sus miembros caracterizar adecuadamente su propia experiencia. En ocasiones, las personas del grupo subalterno podrán hacer ingeniería conceptual comenzando con L, y que cumpla con *CLAR*. No obstante, no hay una garantía de que esto sea posible. Aún si es posible, se trata de un requisito injustificado, especialmente si hay otra manera de acuñar un concepto más rápida y con menor costo cognitivo y/o social. Del mismo modo, si bien las personas filosofantes que pertenezcan a una comunidad marginada posiblemente sean capaces de plantear sus problemas particulares cumpliendo de un modo que satisfaga el primer requisito, al explicar lo que hacen a otros miembros de dicha comunidad (que no se dedican a la filosofía), no hay una garantía de que sea posible cumplir con *MOT* cuando dichos individuos interactúan con la comunidad filosófica (cuyos miembros en general pertenecen al grupo hegemónico). (Estoy seguro que la literatura especializada sobre filosofía subalterna plantea esto de una manera más adecuada, lamentablemente no la conozco).
Segundo caso. Un pequeño grupo de vanguardistas puede encontrarse en un caso análogo (aunque no moralmente hablando), no por pertenecer a un grupo subalterno, sino por construir o fomentar intencionalmente cierto tipo de experiencias y/o juegos lingüísticos a partir del cual las personas que participan aprendan a usar ciertos términos (sin cumplir con *CLAR* al exterior del grupo) y a reconocer la motivación de ciertos problemas filosóficos (sin cumplir con *MOT* al exterior del grupo). Si bien es verdad que existe una naturaleza esotérica en esta manera de hacer filosofía, es posible que las expresiones que utilizan permitan el uso de conceptos no disponibles en L y que problemas cuya motivación es ajena al sentido común de la sociedad en la que viven sean epistémicamente valiosos y/o filosóficamente interesantes juzgando con los mismos valores de la sociedad y/o la filosofía que se hace fuera del grupo. También es posible que esto no sea el caso, pero que no obstante a través de su práctica filosófica el grupo descubra nuevos valores epistémicos y/o filosóficos que no son fácilmente accesibles a las personas fuera del grupo.
Pero sí hay filosofía oscurantista
El oscurantismo es un vicio real y en la filosofía se ha prestado a abusos y cultos de personalidad. No obstante, los requisitos (implícitos) de usar términos que cumplir con *CLAR* y abordar problemas que cumplan con *MOT*, pueden hacernos caer en el error de despreciar o ignorar un conjunto de producción o prácticas filosóficas (muchas veces de manera inconsciente o implícita) y con ello provocar o perpetuar una injusticia epistémica y/o perder algo epistémicamente/filosóficamente valioso. Por ello es importante encontrar otras maneras de evitar esto así como modos de caracterizar o identificar a la filosofía verdaderamente oscurantista.
Comentarios
Publicar un comentario